Alella es un encantador pueblo situado en la comarca del Maresme, cerca de Barcelona, conocido por su oferta enoturística y su entorno natural. Una de las mejores actividades para disfrutar en Alella es explorar sus viñedos y bodegas. Visitar las bodegas locales ofrece la oportunidad de degustar vinos de la D.O. Alella, y aprender sobre el proceso de producción de vino en una región con una rica tradición vitivinícola. También es recomendable hacer una ruta de senderismo por el Parque de la Serralada Litoral, donde se puede disfrutar de la naturaleza, el aire libre y unas vistas maravillosas del entorno mediterráneo.
El Centro Enoturístico y Arqueológico de Vallmora es un lugar fascinante para quienes están interesados en la historia y la arqueología. Aquí se pueden descubrir vestigios romanos relacionados con el cultivo de la vid. Además, no debe perderse la oportunidad de pasear por el núcleo histórico del pueblo, con sus calles estrechas y casas antiguas que ofrecen un vistazo a la arquitectura tradicional de la región.
La gastronomía local también es destacada en Alella. Disfrutar de la cocina catalana en alguno de los restaurantes del pueblo es una experiencia muy gratificante, especialmente si se acompaña de un buen vino local. Alella es, sin duda, un lugar que combina naturaleza, vino, historia y gastronomía en una experiencia enriquecedora.