Dali, en China, es una ciudad llena de encanto e historia. Uno de los principales atractivos es el Casco Antiguo de Dali, donde las calles empedradas y la arquitectura tradicional ofrecen un recorrido tranquilo entre tiendas, cafés y mercados. No se puede dejar de visitar las Tres Pagodas, un conjunto de estructuras impresionantes que se alzan frente a las montañas del Cangshan y son un símbolo de la ciudad.
El Lago Erhai, conocido por sus aguas cristalinas y paisajes hermosos, es ideal para paseos en barco. Puedes disfrutar de vistas panorámicas y visitar las pequeñas islas. Los amantes de la naturaleza encontrarán en el Parque Nacional de las Montañas Cangshan un lugar perfecto para el senderismo, con rutas que ofrecen vistas espectaculares del entorno.
La cultura local Bai también es un aspecto fascinante de Dali. Explorar los pueblos cercanos te permitirá conocer más sobre sus tradiciones y estilo de vida. Por último, probar la gastronomía local es imprescindible, con especialidades que resaltan los sabores de la región. Dali es un destino que combina naturaleza, cultura y relajación de manera armoniosa.