Mdina, conocida como la "Ciudad del Silencio," ofrece una experiencia única en Malta. Uno de los mejores aspectos para explorar es su arquitectura histórica, con sus calles estrechas y edificios medievales bien conservados que reflejan el rico pasado de la isla. La Concatedral de San Pablo es un lugar destacado que merece una visita, con su impresionante interior barroco. Además, el Museo de Historia Natural, ubicado en el Palazzo Vilhena, ofrece información valiosa sobre la biodiversidad de Malta.
Pasear por las calles de Mdina también permite disfrutar de sus vistas panorámicas sobre el paisaje maltés. Desde las murallas de la ciudad, se puede contemplar una vista impresionante del campo y del cercano Rabat. Por otro lado, la Cultura Gastronómica de Mdina es otra atracción, con varios cafés y restaurantes que ofrecen una muestra de la cocina local en un entorno pintoresco.
Finalmente, explorar las tiendas de Mdina es una buena manera de descubrir artesanías locales y recuerdos únicos. La ciudad, con su atmósfera tranquila, es un lugar ideal para relajarse y absorber la rica cultura e historia de Malta.