Mostar, en Bosnia y Herzegovina, es una ciudad notable que ofrece una variedad de experiencias para los visitantes. Uno de los lugares más emblemáticos es el Puente Viejo (Stari Most). Este puente de piedra, reconstruido después de la guerra, es un símbolo de la ciudad y ofrece vistas impresionantes del río Neretva. Al cruzarlo, es común ver a los clavadistas locales mostrando su valentía al saltar desde él.
Otro atractivo es pasear por el barrio antiguo, donde se pueden encontrar calles empedradas llenas de tiendas de artesanía y recuerdos. Además, la Mezquita Koski Mehmed-Pasha merece una visita; desde su minarete se pueden obtener vistas panorámicas de Mostar y sus alrededores.
El Museo de la Guerra de Bosnia ofrece una perspectiva conmovedora sobre el conflicto de los años 90, proporcionando un contexto histórico esencial para entender la ciudad y su historia reciente. No hay que olvidar probar la cocina local en alguno de los restaurantes junto al río, donde platos como el cevapi y el burek son muy populares.
Para quienes buscan un momento de paz, el Parque Bijeli Brijeg es un espacio verde ideal para relajarse. Finalmente, a poca distancia de la ciudad, el Monasterio de Blagaj y las cascadas de Kravice son excursiones recomendables para disfrutar de la belleza natural de la región.