Opi es un encantador pueblo ubicado en el corazón del Parque Nacional de los Abruzes, conocido por su belleza natural y su rica historia. Una de las actividades más recomendables es explorar sus senderos para realizar caminatas. Los alrededores ofrecen varias rutas que permiten disfrutar de paisajes montañosos y una flora y fauna diversa, ideales para los amantes de la naturaleza.
En el centro del pueblo, se puede visitar la Iglesia de Santa María Assunta, que data del siglo XIII. Esta iglesia es un ejemplo destacado de la arquitectura local y contiene valiosas obras de arte que atraen la atención de los visitantes. Pasear por las calles empedradas de Opi es una experiencia agradable, donde se pueden apreciar edificios antiguos y la tranquilidad del entorno.
No se puede dejar de lado la gastronomía local. Opi es conocido por sus productos tradicionales, como el queso, la carne y la miel. Probar un plato típico en una de las trattorias del pueblo brinda una visión auténtica de la cultura culinaria de la región.
Los alrededores de Opi también son perfectos para actividades al aire libre durante todas las estaciones. En invierno, el área cercana ofrece oportunidades para esquiar y disfrutar de deportes de nieve, mientras que en verano, las actividades como ciclismo y picnics son muy populares.
Por último, otro aspecto interesante es la artesanía local. Aquí se pueden encontrar productos elaborados a mano que reflejan la tradición y el talento de los artesanos de la zona. Opi, aunque pequeño, ofrece una combinación de naturaleza, historia y cultura que lo convierte en un destino interesante para quienes buscan una experiencia auténtica en Italia.