Visitar el Estado de Palestina ofrece una rica variedad de experiencias culturales e históricas. En la ciudad de Belén, una de las atracciones más significativas es la Iglesia de la Natividad, que data del siglo IV y es considerada uno de los lugares de nacimiento de Jesús. Esta ciudad también está rodeada de mercados tradicionales donde se pueden encontrar artesanías locales.
En Jerusalén Este, la Ciudad Vieja es un lugar imprescindible para explorar. Aquí, los visitantes pueden pasear por el Barrio Musulmán, visitar la Explanada de las Mezquitas, donde se encuentran la Cúpula de la Roca y la Mezquita de Al-Aqsa, y recorrer la Vía Dolorosa.
La ciudad de Ramala, conocida por su vida cultural activa, alberga numerosos museos y galerías de arte que promueven la cultura palestina. También es posible disfrutar de su vibrante escena gastronómica, que ofrece platos tradicionales como el maqluba y el msakhan.
No se puede dejar de explorar la ciudad histórica de Hebrón, conocida por su Casco Antiguo y el sitio de la Tumba de los Patriarcas, un lugar sagrado para las tres religiones abrahámicas. La ciudad es famosa por sus talleres de vidrio soplado y cerámica.
Finalmente, los amantes de la naturaleza pueden disfrutar del paisaje único del desierto Judea y del Mar Muerto, donde es posible flotar en sus aguas salinas y disfrutar de sus baños de barro ricos en minerales.