El Marco Polo Parkside Beijing es un hotel con una oferta integral para los viajeros que buscan un equilibrio entre comodidad y funcionalidad. Situado en un área de fácil acceso, este establecimiento combina un diseño moderno con influencias de la cultura china, proporcionando un ambiente acogedor que refleja el espíritu de la ciudad.
Los huéspedes pueden disfrutar de una amplia gama de servicios, incluyendo varios restaurantes que ofrecen gastronomía local e internacional, ideales para agradar a diferentes paladares. El hotel también cuenta con instalaciones de calidad, como un gimnasio bien equipado y una piscina, perfectos para aquellos que desean mantenerse activos durante su estancia.
Además, el Marco Polo Parkside Beijing ofrece espacios versátiles para eventos y reuniones, adaptándose a las necesidades tanto de viajeros de negocios como de turistas. Su personal capacitado se preocupa por brindar un servicio atento, asegurando que cada estancia sea placentera y memorable.
La ubicación del hotel facilita el acceso a importantes atracciones turísticas de Beijing, permitiendo a los visitantes explorar la rica historia y cultura de la ciudad. Con su enfoque en la comodidad y la atención al detalle, el Marco Polo Parkside Beijing se presenta como una opción ideal para quienes buscan una experiencia de calidad en la capital china.
Beijing, la capital de China, ofrece una rica mezcla de historia antigua y modernidad. Un viaje a esta ciudad no estaría completo sin visitar la Gran Muralla China, uno de los monumentos más reconocibles y una experiencia inolvidable. Dentro de la ciudad, la Ciudad Prohibida es esencial, siendo un vasto complejo palaciego que ofrece una visión fascinante de la vida imperial. A pocos pasos, en la Plaza de Tiananmen, se encuentra el corazón simbólico del país, rodeado de importantes edificios como el Mausoleo de Mao y el Museo Nacional de China.
Para una experiencia más serena, el Templo del Cielo es un hermoso parque donde los emperadores solían rezar por buenas cosechas. El Palacio de Verano, conocido por sus jardines paisajísticos y arquitectura clásica, es otro lugar que ofrece tranquilidad y belleza. El Hutong de Pekín, con sus callejones estrechos y casas tradicionales, revela otra faceta del pasado de la ciudad y es ideal para explorar a pie o en bicicleta.
En el ámbito cultural, el Teatro Nacional ofrece una fascinante selección de actuaciones, desde ópera china hasta música sinfónica. Además, para los interesados en la moderna escena artística, el Distrito 798 de Arte es un área de fábricas transformadas en galerías y estudios que muestra el arte contemporáneo chino. Finalmente, ningún viaje estaría completo sin probar la variada oferta gastronómica de Beijing, donde platos icónicos como el pato laqueado se pueden disfrutar en numerosos restaurantes repartidos por toda la ciudad.